Este pueblo es famoso por sus senderos para mountabike y UTVs (grandes cuatriciclos). Acá la bici es como el mate para los argentinos, todos tienen una y la llevan a todos los lados.
A unos pocos kilómetros de la ciudad está el Parque Nacional Arches. Increíbles masas rocosas se muestran a lo largo del camino, formando arcos o ventanas.
Nos tocó un día de puro sol y era bonito el contraste del celeste asomando por esas ventanas rojas.
Los chicos parecían cabras salvajes, saltando de piedra en piedra, tratando de alcanzar la cima. Pelotero al aire libre, si los hay.
Emma descubrió que le gusta mucho esto de trepar piedras, así que tal vez hagamos algún curso por ahí.