Esta ciudad fue fundada por una comunidad de mormones, que escapando de la persecución religiosa en Europa, llegaron a USA para establecer su iglesia. Su líder, Brigham Young, mientras caminaban por el desierto, se arrodilló, clavó una estaca y dijo “Este es el lugar” y allí construyeron su templo durante más de 40 años.
Además de visitar el museo contiguo al templo, el templo no se puede visitar, fuimos a Discovery Gateway (www.discoverygateway.org, 8,50 usd por adulto, niños sin cargo). Un museo para niños en donde lanzaron pelotas por tuberías con aire, armaron autitos con legos para luego jugar carreras en una pista, jugaron a manejar un helicóptero mientras uno le daba indicaciones desde el centro de mando. Pasamos allí 4 horas a pura diversión, no dejaban de correr para todos lados.
Esa noche dormimos en el estacionamiento de Sutherlands Lumber, un gran local tipo Home Depot, un lugar seguro y muy tranquilo.
Era 31 de octubre, Halloween para los chicos, y con la mitad de la población mormona, Salt Lake City no era un buen lugar para festejarlo, así que seguimos camino al norte. Después de almorzar los chicos empezaron a maquillarse. No tenían base blanca para la cara, así que se las arreglaron con hipoglos (una crema espesa para paspaduras) y talco para pies.
Luego se hicieron unas ojeras negras y listo. El disfraz ya estaba listo, ahora había que buscar dónde. A las 4 de la tarde llegamos a Lava Hot Spring. Tratando de llegar al geyser que se veía desde la ruta nos metimos en un cementerio, mas halloweenesco imposible! Estacionamos en una de las 20 cuadras que tiene el pueblo y bajaron con sus gorros-canastas. Al principio no tuvieron suerte, no había gente en las casas, y si había no les abrían la puerta, se estaban empezando a enojar.
Esperamos un poco, a que los chicos del pueblo salieran del cole y volvieron a la carga a eso de las 5 de la tarde. Ahí sí tuvieron más suerte y volvieron con las canastas llenas de dulces.
Querían quedarse y recorrer más cuadras, pero ya se hacía tarde. No es recomendable manejar de noche, ya que es común que los ciervos atraviesen la ruta. Vimos varios.
Esa noche la pasamos en Jackson, un lindo pueblito de montaña, que al igual que Telluride, está fuera de temporada y bastante desolado. Dormimos en el estacionamiento del Kmart, con wifi y pizza de Domino’s. Cuando nos despertamos, al otro día, estaba nevando!!!
Primera nieve del viaje, en Panchita… No sabíamos cómo se comportaría en la nieve. Julieta = nervios